Salvia divinorum
El estudio más completo de Salvia divinorum, un miembro de la familia de la menta, fue publicada en el Journal of Ethnopharmacology en 2013 por un equipo de investigadores dirigido por Ivan Casselman.
Su artículo «se concentra en la investigación de Salvia divinorum durante los últimos 50 años, incluyendo la etnobotánica, la etnofarmacología, la taxonomía, la sistemática, la genética, la química y la investigación farmacodinámica y farmacocinética».
En la sección etnobotánica, los autores relacionan los usos tradicionales de las hojas frescas de esta planta con el chamanismo mazateco en Oaxaca, México, donde la planta se utiliza como paliativo para los pacientes cercanos a la muerte. En Estados Unidos, Canadá y Europa se están explorando enfoques similares para lograr una atención más eficaz de los enfermos terminales.
Los curanderos mazatecos, hombres y mujeres, reciben formación de aprendizaje con tres plantas: las hojas de Salvia divinorum, las semillas de Ipomoea violacea y los hongos Psilocybe spp.
«Inicialmente», dicen los autores, citando un trabajo publicado por Leander J. Valdés, «los aprendices ingieren dosis cada vez más grandes de hojas de Salvia divinorum que les muestran el camino al cielo, donde los iniciados aprenden del árbol del conocimiento».
En cuanto a la química de la planta, el equipo de investigadores de Casselman confirma que «es el diterpeno salvinorina A el responsable de la bioactividad en Salvia divinorum y que también se consideran potenciales compuestos principales en la investigación farmacéutica».
En su introducción a un estudio sobre la Salvia divinorum publicado en Journal of Pain Research, los investigadores mexicanos Ulises Coffeen y Francisco Pellicer citan los usos tradicionales de esta planta para tratar «afecciones inflamatorias y dolores, como cefaleas, problemas gastrointestinales (GI) o reumatismo» además de, entre los mazatecos, «picaduras de insectos, eczemas, candidiasis, cistitis y dolores menstruales, e incluso depresión o adicción al alcohol». En su conclusión, los autores afirman que «las pruebas experimentales apoyan el hecho de que S. divinorum, la salvinorina A (SA) y sus análogos disminuyen el dolor inducido por la neuropatía y la inflamación».
Científicos portugueses dirigidos por Andreia Machado Brito-da-Costa publicaron un extenso artículo sobre la farmacocinética y la farmacodinámica de la S. divinorum en la revista Pharmaceuticals en 2021 en el que estudian los efectos psicológicos, fisiológicos y tóxicos de esta planta y de su compuesto bioactivo el diterpeno neoclerodano salvinorina A. Como señalan los autores, «a diferencia de los demás alucinógenos naturales, la salvinorina A es un terpenoide que no tiene átomos de nitrógeno en sus fórmulas moleculares». El artículo también ofrece un análisis estadístico detallado del uso recreativo de la S. divinorum en Estados Unidos, Canadá y Europa, así como la situación legal de la planta a nivel mundial. Los autores prestan una atención considerable a las técnicas forenses para la detección de salvinorina A en productos que contienen S. divinorum. Los investigadores sostienen que «los efectos a corto plazo de la S. divinorum varían mucho de una persona a otra e incluyen la modificación de la percepción visual, alucinaciones, experiencias extracorpóreas, estados alterados del yo y de la realidad, mareos, aturdimiento, desorientación, sensaciones somáticas y del estado de ánimo, confusión de los sentidos (por ejemplo, oír colores u oler sonidos), disforia y aumento de la vigilancia». Los científicos también destacan que «el potencial terapéutico de la salvinorina A para el tratamiento de la drogodependencia [como la adicción a la cocaína] proviene de la capacidad del fármaco para disminuir la activación dopaminérgica y los niveles extracelulares de DA». En su conclusión, los autores afirman que «es digno de mención que el fármaco [salvinorina A] parece inducir tolerancia sin mostrar potencial de abuso ni dependencia». Sus futuros objetivos de investigación parecen centrarse en las posibilidades de crear análogos de la salvinorina A que no produzcan lo que denominan «efectos secundarios psicotrópicos» indeseables, con la esperanza de desarrollar «analgésicos opiáceos con un mejor perfil de seguridad.»
Un enfoque muy diferente es el que se encuentra en el capítulo de Ana Elda Maqueda «El uso de la Salvia divinorum desde una perspectiva mazateca», de Plant Medicines, Healing and Psychedelic Science, organizado por Beatriz Caiuby Labate y Clancy Cavnar, que pone en primer plano las propiedades psicoactivas de la S. divinorum en un contexto ritual unido a los conocimientos de los curanderos tradicionales. La autora forma parte del Grupo de Investigación en Neuropsicofarmacología Humana del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, y su estudio, basado en su trabajo de campo mientras vivía en la comunidad mazateca, se abre con una magnífica historia natural de la Salvia divinorum. Maqueda señala que los mazatecos se refieren a esta planta como «ska pastora», ska o xkà que significa hierba u hoja en lengua mazateca. El nombre, que connota una influencia cristiana, bien puede haber perdido una nomenclatura indígena más antigua que aún puede recuperarse mediante entrevistas con los ancianos. Maqueda aclara que «los primeros ejemplares de S. divinorum vivos y en flor que salieron de México y constituyen la variedad común de la planta que se ha extendido por todo el mundo fueron recogidos en la Sierra Mazateca por el psiquiatra y ecologista Sterling Bunnell, quien los introdujo en Estados Unidos en 1962″. La variedad de S. divinorum que circula comercialmente debería, de hecho, conocerse como la «variedad Bunnell», no la «variedad Wasson y Hofmann», ya que estos dos investigadores nunca exportaron de México las plantas vivas que recolectaron. En la sección de su estudio llamada «Uso tradicional», Maqueda informa de que realizó entrevistas en un pueblo mazateco con personas que sufrían una gran variedad de dolencias, desde enfermedades vaginales hasta adicción a la cocaína y bronquitis, que se curaban con diferentes aplicaciones de hojas frescas de S. divinorum, normalmente en un contexto ceremonial. Maqueda dice que algunos mazatecos consideran a la planta una doctora o sostienen que la presencia curativa femenina es la Virgen María, «mientras que otros creen que es la diosa de las plantas y los animales o el alma de la propia Madre Naturaleza.» Lo que hace especialmente valioso el estudio de Maqueda es precisamente su énfasis en la curación ritual y en cómo la chjota chjine xkà («la sabia que cura con hierbas») mantiene un equilibrio que une lo divino y lo terrenal en una existencia compartida. En la sección sobre el potencial terapéutico de la S. divinorum, Maqueda hace una advertencia a los investigadores que insisten en trabajar dentro de un paradigma científico estrictamente occidental que ignora a los guardianes de la sabiduría indígena: «Es muy importante recordar que el uso tradicional de la S. divinorum por los mazatecos para tratar con éxito un problema complejo y polifacético como la adicción forma parte de un ritual y de una visión del mundo mucho más amplia, orgánica e inclusiva que nuestras intervenciones compartimentadas y que las propiedades de esta hierba no pueden reducirse al mecanismo farmacológico de un solo componente aislado en forma de píldora.» Aún así, Maqueda sostiene que las aplicaciones potenciales que podrían desarrollarse a partir de la salvinorina A incluyen analgésicos seguros sin propiedades adictivas, antiinflamatorios, medicamentos para tratar diferentes tipos de cáncer, medicamentos para trastornos como la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, antidepresivos, medicamentos para tratar el abuso de psicoestimulantes, usos psicoterapéuticos y neuroprotectores. Sin duda, ¡una lista realmente impresionante!